Consejos a usuarios
Principales consejos:
- Termostato ambiente
- Temperatura idónea
- Temperatura "de mantenimiento"
- Evitar congelación
- Revisar la caldera
- Mejoras en radiadores
- Uso de Radiadores
- Purga de radiadores
- Presión de agua
- Aislamiento
- Ventilación
- Persianas y cortinas
- Por la noche
- Lugares de gran altura
Termostato ambiente
Resulta básico contar con un regulador de la temperatura del sistema de calefacción en instalaciones individuales. Un termostato que nos permita definir temperaturas, encendidos y apagados según programación diaria o semanal. El abanico de posibilidades es amplio, y existen opciones muy económicas para el usuario. Aparatos más modernos pueden disponer de sistemas de control de la temperatura más eficientes, tales como sondas externas o interiores que regulen automáticamente la temperatura ambiente según la temperatura exterior.
Temperatura idónea
En cuanto a la temperatura que se establece como idónea para mantener el confort en una casa durante el invierno, es la de 20-21 grados centígrados, en unas condiciones de humedad entre el 40 y el 50%. Incluso, si es posible, puede rebajarse esa temperatura entre 3 y 5 grados en los dormitorios. Los 23 grados suponen, por cada grado de temperatura que se aumente, un incremento del consumo de energía en un 7 %. Por eso se recomienda que sólo se superen los 21 grados centígrados cuando la temperatura exterior sea muy fría. Como se entiende, esta temperatura de "confort", la de los 20-21 grados, debe darse cuando el usuario se encuentra en la vivienda.
Temperatura "de mantenimiento"
Existe una llamada temperatura "de mantenimiento", que debería entrar en funcionamiento cuando el usuario sale de su casa por unas horas y quiere mantener cierta temperatura en lugar de apagar la calefacción (esto último debería hacerse en salidas de mayor duración). Para ello se recomienda fijar los 15-17 grados centígrados.
Evitar congelación
Si se precisa contrarrestar la posible congelación de las cañerías en zonas o periodos muy fríos es recomendable establecer un nivel de temperatura "antihelada" marcando un mínimo tope de 5 grados centígrados.
Revisar la caldera
La normativa RITE exige a titulares o usuarios de instalaciones de calefacción el debido mantenimiento de las mismas. Pero no solo por ello es importante revisar anualmente su instalación y caldera. Un correcto funcionamiento de los aparatos de calefacción puede suponer un importante ahorro energético y el pertinente ahorro económico en la factura de combustible, un mantenimiento adecuado de los equipos puede ahorrar hasta un 15% de combustible y evitar averías de los equipos.
Mejoras en radiadores
Las válvulas termostáticas en radiadores pueden suponer una importante mejora en la distribución del calor generado. Son una solución accesible para casi cualquier instalación ya existente y que pueden amortizarse rápidamente ante los importantes ahorros de energía que suponen, entre un 8 % y un 13%.
Uso de Radiadores
No deben taparse los radiadores, ni utilizarlos para secar la ropa mojada, ya que esto incrementará el consumo y disminuye el confort.
Purga de radiadores
El aire contenido en el interior de los radiadores dificulta la transmisión de calor. Así que es conveniente, cuando sea necesario, purgar este aire. También es importante saber que los radiadores solo deben ser purgados cuando tengan aire en su interior, cosa que se evidenciará por no presentar el rendimiento adecuado o al hacer ruido de burbujeo.
Presión de agua
La inmensa mayoría de calderas domésticas trabajan a una presión en frio de entre 1 y 1'5bar. Es recomendable revisar periódicamente el nivel de presión de la caldera, ya que el funcionamiento de la misma sin el nivel adecuado, puede llegar a dañarla o ser causa de un mal funcionamiento de la instalación.
Aislamiento
Un aspecto básico en la climatización es el aislamiento, ya que un hogar bien aislado requiere entre un 20 % y un 40 % menos de consumo energético para tener una temperatura "confort". Aquí las causas de pérdida de calor y las soluciones son múltiples. Está calculado que el calor de una vivienda se pierde a través de las paredes (35 %), los techos (25 %), rendijas (15 %), suelo (15 %) y las ventanas (10 %). Los consejos van desde los que precisan de una inversión, como es el de instalar sistemas de doble ventana -o doble acristalamiento-, hasta tratar que los cajetines de las persianas no tengan rendijas, además de cerrar espacios como el de la chimenea cuando no se utilice y poner burletes adhesivos en puertas y ventanas como forma de conservar el calor. En caso que se vayan a hacer reformas en la vivienda es un momento para instalar un buen aislamiento térmico en paredes y techos.
Ventilación
Es muy importante ventilar las estancias para renovar el aire y mejorar la calidad del mismo. Para ventilar completamente una habitación y renovar el aire es suficiente con abrir las ventanas alrededor de 10 minutos. Además, si se quiere ventilar por espacios, se recomienda mantener las puertas cerradas. Pero hay que saber que ventilar de esta forma supone una pérdida energética importante, ya que dejaremos escapara al ambiente todo el calor o frio generado. Si se quieren evitar estas pérdidas se pueden utilizar sistemas de ventilación mecánica con recuperación de energía, manteniendo las condiciones óptimas de calidad del aire sin necesidad de malgastar energía.
Persianas y cortinas
En las horas de sol es conveniente tener abiertas persianas y cortinas para que el calor del sol pueda entrar. Y, al atardecer habrá que cerrarlas para evitar que se pierda el calor.
Por la noche
Se recomienda apagar la calefacción o reducir su uso al mínimo, ya que con el calor acumulado en la vivienda y las mantas de la cama es suficiente para protegerse del frío. Esto puede no ser así en lugares de frio intenso o viviendas con pésimos aislamientos, en tal caso lo mejor es mantener una temperatura "de mantenimiento".
Lugares de gran altura
Puede ser práctico tener un ventilador de techo para mover y hacer descender el aire caliente que esté atrapado en el techo logrando equilibrar la temperatura del ambiente. El aire caliente es más ligero y por tanto su tendencia natural es a subir, podemos encontrar diferencias de hasta 4ºC en diferentes alturas de la misma estancia por efectos de la estratificación.